El mundo de la odontología cada día continúa avanzando más y descubriendo soluciones muy beneficiosas para nuestra salud dental. Esta vez, hablaremos sobre un componente que está revolucionado el mundo de la odontología: el ácido hialurónico.

¿Qué es el AH?

Es un polisacárido formado por ácido glucurónico, de alto peso molecular. Se encuentra de manera natural en el ser humano en articulaciones, piel y cartílagos, como parte del tejido conectivo, piel, ojos, cordón umbilical y líquido sinovial.

¿De dónde se obtiene?

Con las primeras investigaciones se llegó a una conclusión, el ácido hialurónico, presente en el cuerpo humano, no se podía extraer del mismo. Esta sustancia aportaría hidratación a la piel, por lo que era del todo necesaria. La solución era localizar este ácido en algunos animales para su extracción, sintetizado y posterior comercialización.

Tras muchos estudios se descubrió que una de las fuentes más ricas en ácido hialurónico estaba en la cresta de los gallos. El cordón umbilical, las aletas de tiburón, los huevos (Cáscara), el pescado o las fibras vegetales son otras fuentes de obtención.

Seguidamente, vamos a detallar las características de este gran componente.

¿Qué propiedades y usos tiene?

Los usos del mismo en la odontología son cada vez mayores, ya que gracias a la investigación científica se ha demostrado su excelente aplicación en muchas especialidades odontológicas:

• Posee propiedades cicatrizantes, por lo que resulta de gran utilidad en la curación de heridas bucales, tales como las aftas o las úlceras orales. También se utiliza para la cicatrización de diversas heridas que puedan aparecer en la cavidad bucodental.

• Es hidratante, debido a que la molécula del ácido hialurónico tiene gran capacidad de retención de agua, evitando que las células del cuerpo se deshidraten.

• Tiene numerosas funciones fisiológicas y estructurales, siendo éste parte de colágeno, componente mayoritario de piel y huesos.

• En las enfermedades periodontales, produce efectos beneficiosos sobre la regeneración tisular periodontal, gracias a su papel anti-inflamatorio, antiedematoso y antibacteriano.

• Es una opción terapéutica muy recomendable en trastornos temporomandibulares, debido a su efecto antiinflamatorio.

• En cuanto al tratamiento estético, puede ser empleado en estética bucal para rellenar las papilas interdentales, ocultando los triángulos negros entre los dientes.

El éxito de este componente ha hecho que se haya extendido a diferentes especialidades médicas y consolidarse como uno de los elementos vanguardistas en regeneración y tratamientos en la piel. Este es un elemento clave en estética dental y muy usado como complemento de la ortodoncia.

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