¿Debemos cambiar nuestro cepillo de dientes tras un resfriado?

El frío ha llegado para quedarse, y con él las enfermedades típicas de estas fechas.

Si alguna vez te has preguntado si el cepillo de dientes podía conservar las bacterias y volver a ponernos enfermos, te lo adelantamos: sí, puede, y de hecho el cepillo es un entorno muy apetecible para las bacterias. De igual forma, las cerdas resultan un entorno idílico para el virus de la gripe, entre otros.

¿De dónde vienen las bacterias?

Entrando en detalle, recientes estudios científicos han determinado que cerca de 10 millones de bacterias pueden habitar en nuestro cepillo de dientes (casi las mismas que podría haber en la taza de nuestro inodoro).

Estas bacterias y virus pueden tener diversos orígenes:

Nosotros mismos

Si acabamos de sufrir una dolencia de tipo infecciosa, los gérmenes se quedaran (probablemente) en nuestro cepillo de dientes; haciendo que la mejoría tarde en aparecer, y que la recaída sea más factible.

La ubicación del cepillo

Generalmente, solemos dejar el cepillo de dientes en el cuarto de baño. Esta ubicación a priori parece perfectamente válida, ya que es donde nos aseamos.

Pero nada más lejos de la realidad, este es el lugar de la casa donde más bacterias puede haber. Teniendo en cuenta que el baño suele tener unos niveles de humedad por encima del resto de la casa, y que esta fácilmente expuesto a los residuos del váter (cuando tiramos de la cadena sin bajar la tapa el agua puede salpicar hasta 2 metros a su alrededor); no es ninguna locura empezar a plantearse otro lugar donde guardar nuestro cepillo. Estos riesgos se ven multiplicados si ademas dicho cuarto de baño no está ventilado.

Desde Finedent recomendamos cambiar de cepillo de dientes cada 3 meses, por el desgaste de las cerdas; y siempre que podamos, después de haber estado bajo cualquier proceso infeccioso.

¿Tiene gripe nuestro cepillo dental?

Además, hay que subrayar que existen algunas bacterias y virus que pueden proliferar especialmente en los cepillos de dientes:

Virus de la gripe:

También conocido como virus de la influenza, por todos es conocida su rápida propagación, de hecho, es de los más encontrados en los cepillos de dientes.

Estreptococos:

Son las bacterias que nos provocan dolencias en la garganta, como la amigdalitis o la faringitis. Dado que estas infecciones se localizan o en las zonas próximas a la boca, o en la garganta, es muy fácil que cuando nos cepillamos los dientes queden bacterias en las cerdas.

Como consejo final: guarda tu cepillo de dientes en un lugar bien ventilado, y evita los típicos capuchones para “protegerlos”. Éstos últimos retrasan el secado del cepillo de dientes, manteniéndolo húmedo y haciendo de él un paraíso para las bacterias.

El cambio de cepillos de dientes es muy importante como hemos dicho anteriormente, si necesitas más información aquí os dejamos un articulo para que leáis.

De parte de Finedent confiamos en que sigas estos consejos y le des esquinazo al resfriado este invierno ;).